Al llegar a esta hermosa ciudad de Mérida, uno de los primeros monumentos que hemos visto ha sido la Basílica de Santa Eulalia, es dedicada a esta mártir, la cual fue perseguida y martirizada, ya que en la época del emperador Diocleciano , en el año de 290, dicto un decretó, en el cual prohibía a los cristianos dar culto a Jesucristo, y adorar solo Dioses paganos. Pero ella no renunció a su fe por Jesús y se propuso hacer una protesta por lo que creía, y se enfrentó al gobernador Daciano, a decir que lo que ellos hacían era adorar a Dioses paganos y no al Dios que ella adoraba, este le ofreció de todo tipo de regalos para que renunciara a lo que creía, mas sin embargo ella no acepto, por lo que el gobernante le enseño todo tipo de instrumentos de tortura y le dijo que si adoraba con algo de pan e incienso a los otros dioses no pasaría por ellos, pero ella no le importo y dijo que al único Dios que adoraría es al Dios del Cielo a el solo ofreceré sacrificios e incienso y solo a El, por lo que fue expuesta en tortura en frente de la gente y su cabellera se incendio y murió quemada. Se nota cuando en el interior existe pasión por Jesús, y su compromiso es mayor que lo que puede haber al rededor hasta perder su propia vida
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Bua... ¡Cómo mola! Haced lo mismo...
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